JUANA KOSLAY...
"...Si quieres conocer lo que busca el viento chorrilero, te contare una historia de amor que se convirtió en dolor..." (Hugo A. Guzmán)
Monumento a Juana Koslay-
En un hermoso valle del Chorrillo donde habitaba la tribu Michilingües vivía Arosena hija del cacique Koslay. Un día llegaron los españoles, a habitar tierras nuevas, a conquistar esas hermosuras del chorrillo. El capitán de nombre: Gómez Isleño, piso las bellas tierras firmes y vio en la orilla a una india de tez morena, ojos marrones y mirada serena, al instante se enamoro de ella, era Arosena. Igualmente la linda india perdió su mirada en el español.
Un indio de la tribu, estaba también perdidamente enamorado de Arosena, pero ella no le correspondía.
Al poco tiempo bautizaron a Arosena, con el nombre de Juana. Tanto se amaban la india y el español, que expresaron su amor con la unión matrimonial.
Cuando esto paso el indio lleno de dolor y angustia por no ser correspondido se suicido. Cuenta la leyenda que al morir, se transformo en el viento chorrillero. De diez a once de la noche comienzan a sentirse ruidos extraños en los techos, puertas y ventanas; crujen los muebles, y aun los habitantes mismos, es el chorrillero que se presenta levantando inmensas nubes de polvo y barriendo cuanto encuentra por delante. Pues si lo oyes pasar es el indio, que sigue buscando en las flores, los valles, arboles y tierra a su amada que nunca le fue correspondida.
"...Juana Koslay, ese fue el nombre
que te eligieron los de allá.
Tu indio llora, llora la pena de su amor.
Y el se fue a los montes para no ver a su amada
en los brazos de aquel capitán.
Hoy su alma es el viento que baja desde los cerros
llamando a Juana Koslay..." (Hugo A. Guzmán.)
